El Ministerio de Educación pone al alcance de las autoridades educativas y docentes las Orientaciones para promover la continuidad educativa de los estudiantes a partir del 2021.
En este documento se utilizan de manera inclusiva términos como “el docente”, “el estudiante”, “el adolescente” y sus respectivos plurales (así como otras palabras equivalentes en el contexto educativo), para referirse a hombres y mujeres. Por otro lado, los términos “directivo” o “directivos” hacen referencia a la directora o director de la IE, equipo directivo, o quien haga sus veces.
CONTINUIDAD EDUCATIVA
En los últimos años, en el Perú se han dado importantes avances para asegurar la continuidad educativa de niños, niñas, adolescentes y adultos en la educación básica. Sin embargo, la interrupción de los estudios continúa siendo una problemática que se ha visto agravada por la crisis económica y social generada por la pandemia de COVID- 19 y las medidas de aislamiento social obligatorio. Continuando con el compromiso de garantizar el ejercicio del derecho fundamental a una educación integral y de calidad, el Ministerio de Educación ha puesto en marcha la Movilización nacional por la continuidad educativa y el retorno al sistema educativo, con el lema “Juntos, la Educación No Para”, cuyo objetivo es promover la permanencia y el retorno de nuestras niñas, niños y adolescentes de la educación básica, en el contexto de la emergencia sanitaria provocado por el COVID-19 y otros escenarios.
En el marco de esta movilización, se presenta el documento “Orientaciones para promover la continuidad educativa de los y las estudiantes” en el cual se proponen un conjunto de líneas de acción que esperamos contribuyan a la labor que directivos y docentes vienen realizando para enfrentar esta problemática.
Factores asociados a la interrupción de los estudios escolares
El riesgo de interrumpir los estudios no es el mismo para todos los estudiantes. Diversas investigaciones a nivel nacional e internacional han identificado factores asociados a esta problemática. A continuación presentamos los más importantes:
Precaria situación económica de las familias. Cuando las familias no cuentan con suficientes recursos económicos para mantenerse, pueden requerir que los niños, niñas y adolescentes en edad escolar generen ingresos que contribuyan a la economía familiar. Del mismo modo, en condiciones de precariedad, jóvenes y adultos pueden optar por priorizar su trabajo sobre la culminación de sus estudios escolares. En estos casos, si no se da una orientación y atención adecuada a los estudiantes y sus familias, se corre el riesgo de la interrupción de los estudios escolares.
Limitadas expectativas sobre la educación
Cuando los estudiantes creen que la educación no brinda posibilidades u oportunidades para su futuro, se puede generar una desvalorización de la educación como tal, sobre todo si no cuentan con información o con referentes de su entorno que les permitan conocer esas oportunidades. En estos casos, frente a otras responsabilidades que pueden percibirse como más importantes y/o urgentes, es posible que cuestionen su permanencia en la escuela.
Escaso apoyo familiar al proceso educativo.
El rol de la familia es fundamental para motivar a los estudiantes, generar condiciones adecuadas para el aprendizaje en el hogar y acompañar el aprendizaje del estudiante, sobre todo en la educación a distancia. Cuando los estudiantes no se sienten apoyados por sus familias en sus esfuerzos por desarrollar sus actividades escolares o perciben que sus familias no valoran su rol como estudiantes, pueden terminar incorporando estas percepciones, viéndose así más expuestos a interrumpir sus estudios.
Violencia escolar e intrafamiliar .La violencia física, psicológica o sexual, ejercida contra los estudiantes en sus hogares o escuela, producen daños en su salud y bienestar, que tienen efectos negativos en sus capacidades cognitivas, autoestima y motivación, las cuales son necesarias para que los estudiantes tengan éxito en la escuela y se sientan motivados a permanecer en ella.
Sobre la comunicación con los estudiantes y su relación con los factores asociados: Durante todo el período de educación a distancia, hemos enfrentado el reto de mantener una comunicación efectiva y constante entre docentes y estudiantes. Esta ha sido una tarea compleja pues no todas las familias y estudiantes tienen las mismas condiciones de acceso a canales de comunicación. Sin embargo, directivos y docentes han planteado estrategias y desplegado recursos para garantizar la comunicación con los estudiantes y sus familias, según sus posibilidades. Es fundamental continuar desarrollando y mejorando estas estrategias, pues en el contexto actual, la ruptura de la comunicación puede constituirse en un factor de riesgo de la interrupción de los estudios.
Sobre las condiciones de mayor vulnerabilidad de algunos grupos de estudiantes: Es importante tomar en cuenta que algunos grupos de estudiantes pueden encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad, lo cual puede incrementar el riesgo de interrupción de estudios. Por ejemplo, las madres y padres adolescentes, quienes asumen mayores responsabilidades a temprana edad, se ven en riesgo de interrumpir sus estudios si no tienen una red de soporte adecuada en su familia y escuela; o los estudiantes con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad quienes, en algunos casos, no cuentan con un servicio educativo adecuado para ellos.
De | Ministerio de Educación